Maite Sánchez, profesora de inglés, comparte con nosotros una reflexión muy interesante:
“Think global, act local” (piensa globalmente, actúa localmente). Es una frase tantas veces repetida, que ya pasa desapercibida entre la avalancha de mensajes agresivos que incitan al consumo desenfrenado de todo de tipo de productos absolutamente superfluos que, lejos de hacernos más felices, nos esclavizan y someten a la dictadura del último lanzamiento del mercado. Y, sin embargo, no es tan difícil liberarnos de esa tiranía y pasar a un consumo responsable. Pequeños gestos como ir a comprar caminando en vez de utilizar el coche, algo perfectamente posible en una pequeña ciudad como Valencia; desconectar nuestros aparatos y salir a caminar por el maravilloso campo que nos rodea (¡QUÉ PRIVILEGIO!); adquirir productos de temporada de las huertas locales; fabricarnos bolsas de tela para la compra; compartir nuestro coche cada vez que tenemos que ir a hacer gestiones o consultas médicas a Cáceres o Badajoz; apagar las luces que vemos encendidas innecesariamente en nuestro instituto; utilizar los contenedores de reciclaje separando nuestros residuos (también en el instituto, donde tenemos papeleras para diferenciadas y diversos contenedores para reciclar desde rotuladores a pilas); reutilizar los folios usados para borradores y apuntes; cerrar las ventanas y las puertas que veamos abiertas en invierno para no perder calor; no dejar nuestros aparatos electrónicos en modo “stand by”. Hay tantas “pequeñas cosas” que podemos hacer y de paso contagiar nuestra actitud a la gente que nos rodea. Desde nuestra humilde posición de ciudadanos corrientes no podemos cambiar el mundo, pero sí podemos empezar por cambiar nuestra comunidad. Y de paso contagiar a otras. Y éstas a otras más. Y quizá así si sea posible un futuro mejor para todos nosotros.
Gracias Maite por hacernos reflexionar sobre estas cuestiones, además el vídeo es una pasada!
ResponderEliminar