¿POR QUÉ HAY QUE VER LA REPRESENTACIÓN DEL DON JUAN TENORIO EN EL DÍA DE LOS SANTOS?
Acabamos de pasar el puente de los Santos y no podemos dejar pasar la ocasión de recordar la estrecha relación de esta festividad con una de las obras más universales de nuestra literatura: el Don Juan Tenorio de José Zorrilla, que sigue siendo, ciento setenta y dos años después de su estreno, una de las obras más representadas en España.
La tradición sigue celebrándose cada año: la noche del 31 de octubre se reprenta este drama romántico, incluso en los cementerios de muchas ciudades. En algunos lugares, como en Alcalá de Henares o en las Palmas de Gran Canaria, se ha declarado esta representación como Fiesta de Interés Turístico.
El Don Juan Tenorio del vallisoletano José Zorrilla recoge y reelabora el mito de don Juan, ya presente en obras anteriores, como El burlador de Sevilla (1630) de Tirso de Molina. Esta figura ha sido una de las aportaciones a la cultura europea de la literatura española más fructíferas, y la encontramos en obras de Mozart, Strauss, Lord Byron o Moliére.
EDICIÓN RÚSTICA DE LA OBRA EN 1857
Escrita en 1844, el drama de Zorrilla se enmarca en el movimiento literario del Romanticismo, cumpliendo con los tópicos y características propios del drama romántico. Así, encontramos en ella el gusto por lugares sombríos (como el cementerio) y la noche; los amores imposibles y desgraciados; los finales trágicos; la defensa del sentimiento y la pasión sobre la razón; o la presencia constante de la muerte, figuras fantasmagóricas, y de elementos de la naturaleza.
Parece que Zorilla malvendió esta obra por 4.200 reales de vellón a un editor, porque estaba atravesando uno de sus muchos momentos de penuria económica. El Don Juan Tenorio se estrenó finalmente en 1844, consiguiendo, sobre todo tras su reestreno, un éxito arrollador. A pesar de todo, Zorrilla terminó repudiándola y llegó incluso a escribir una zarzuela donde parodiaba esta obra.
RETRATO DE JOSÉ ZORRILLA
En cualquier caso, la tradición de representar el Tenorio durante la festividad de Todos los Santos o la víspera de Difuntos se pierde en el tiempo. Y se han dado diferentes razones en este sentido: algunos autores han afirmado que Zorrilla escribió la obra un 1 de noviembre, otros han señalado que en el segundo acto, la escena del cementerio, transcurre durante ese día.
En lo que no hay duda es en que la costumbre se afianzó por los recursos dramáticos que se utilizan en la segunda parte de la obra, donde adquiere el protagonismo la muerte, las presencias fantasmagóricas, la redención y salvación del alma del arrepentido. Todo ello ambientado en un siniestro cementerio donde los muertos cobran vida.
Por otro lado, también es cierto que la segunda vez que se representó el Tenorio, dieciséis años después de su estreno, era un 1 de noviembre, y fue el momento de su mayor éxito, quedando para siempre unida a esa fecha en el imaginario colectivo.
Como no queremos destriparos el final, pero sí esperamos haber despertado vuestra cuiosidad por leer esta obra, alguno de cuyos diálogos sin duda reconoceréis, os animamos a que la disfrutéis en el enlace: http: //www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01371063217141582436924/index.htm
Igualmente, es muy conocida la versión para el cine protagonizada por Concha Velasco como Doña Inés y Francisco Rabal en el papel de Don Juan Tenorio, que podéis ver en http://www.rtve.es/alacarta/videos/estudio-1/estudio-1-don-juan-tenorio/1449057/
Esperamos que la tradición siga viva durante muchos años más.
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